La ciudad gris

París HDR

París nos recibió con lluvia, nos acogió plomiza y nos despidió entre nieblas. Si es la ciudad de la luz, desde luego disimuló muy bien cuando yo estuve allí. Gris y fría como el ánimo de los parisinos con los que nos cruzábamos, algún resquicio de luz y de sol como las sonrisas y las simpatía de los inmigrantes que se dedicaban a la venta ambulante y te hablaban en español con tan sólo mirarte a la cara. Gris y monumental, abrumadora en ocasiones; extraña, con el botín que Napoleón se trajo de Egipto diseminado por aquí y por allá.

No se ofendan: no dudo de que París tenga su encanto, sencillamente yo no se lo vi. Salvo dos honrosas excepciones -una cierto museo, otra cierta catedral- la ciudad me pareció digna de ser visitada sí, pero sólo una vez en la vida. Al contrario que Roma o Madrid, por donde me gustaría perderme mil veces sin que nadie me encontrara, París no me invitaba ni a sacar la cámara, que ya tiene tela, y todas las fotos de esos días tienen una neblina de fondo, colores apagados, un aura desvaída. Vaho en los cristales y gotas de agua sobre los telescopios en la cima de la torre más sobrevalorada del mundo.

Hace exactamente cinco años de la foto que encabeza el texto. Yo acababa de terminar oficialmente la carrera. Sería bonito hacer una metáfora sobre la foto, el puente y cómo la figura adosada parece contemplar un lejano futuro, pero la verdad es que yo entonces no pensaba en eso. Yo sólo tenía frío y quería sacar la foto. Quería sacar todas las fotos que pudiera cuanto antes, y hacía bien, porque me faltaban menos de veinticuatro horas para hacerme un esguince en la planta del pie (tal cual). El resto del viaje lo haría cojeando, como cojeando recorrí maravillada lo poco que pude ver del Louvre. Aun hoy, cinco años después, cuando llueve y estoy cansada suelo notar un dolor sordo, la sombra de aquella lesión inoportuna. De ahí quizá sí se pueda sacar alguna metáfora. París no me encandiló, pero ese dolor, sin duda alguna, me hará recordarla toda la vida.

– París, 18 de febrero de 2009.

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